Guatemala es una economía de mercado emergente (agrupación de países del FMI) con una población de 18 millones y un PIB de US $ 77,6 mil millones en 2020, Guatemala es la economía más grande de América Central (Banco Mundial). Sin embargo, a pesar de los muchos esfuerzos positivos realizados por el gobierno, el sector privado y la cooperación de ayuda internacional para promover el crecimiento socioeconómico, existen desafíos sistémicos relacionados con  fomentar el progreso sostenido del desarrollo y la movilidad social. La población estimada está compuesta por un 49% de hombres y un 51% de mujeres, de los cuales alrededor del 40% son indígenas. Se considera demográficamente un país joven ya que el 60% de la población es menor de 24 años (Banco Mundial).  Guatemala enfrenta una serie de fuerzas adversas; con el 59,3% de la población viviendo en la pobreza y más de la mitad de todos los niños que sufren de desnutrición crónica, falta de oportunidades laborales y factores socioeconómicos, culturales y de género en general que requieren una inversión significativa en servicios humanos, educación y capital.

Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), la región es altamente vulnerable y se verá gravemente afectada por el cambio climático en un futuro próximo. Estos efectos se ven amplificados por la desigualdad y la pobreza arraigadas.  Guatemala sigue siendo una economía basada en la agricultura, donde el impacto de los eventos significativos del cambio climático, junto con la degradación de los recursos naturales, los patrones de lluvia reducidos y alterados y la escasez de alimentos, pueden exacerbar las estrategias de desarrollo de mitigación vigentes. La rica biodiversidad de Guatemala también está en riesgo con el aumento del crecimiento de la población junto con el aumento de la deforestación y la contaminación del aire y del cuerpo de agua.  a un ritmo alarmante.